sábado, 27 de septiembre de 2014

La gratuidad de la educación. Manejo irresponsable del Partido Verde

¿A quién le gusta aportar las cuotas que piden en las escuelas? Yo creo que a nadie. Porque las cuotas, hasta antes de las reformas, eran como otro impuesto, y por ello nadie hacia las aportaciones con gusto. Además de que sucedía algo similar a lo que sucede con nuestros impuestos, pagamos porque nos obligan, pero no podemos obligar a nadie a que nos digan con veracidad en qué se gastan tantos millones. Todos sabemos que hay corrupción, pero la situación se agrava porque también hay impunidad. Pero bueno, este no es el tema.
El tema es el de las cuotas voluntarias, que hasta el ciclo escolar pasado las tenías que pagar voluntariamente a la fuerza.

La gratuidad de la educación está considerada desde la promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, se puede leer en el Diario Oficial del Gobierno Provisional de la República Mexicana del 5 de febrero de 1917, en el Artículo 3o "... En los establecimientos se impartirá gratuitamente la instrucción primaria". Desde entonces en nuestro país, se ha establecido como gratuita la educación obligatoria que imparta el estado, pero, ¿quién no está dispuesto a hacer lo necesario para que nuestros hijos reciban su educación en las mejores condiciones?. Yo me atrevería a decir que todos, en la medida de nuestras posibilidades. Por ello, aunque las formas y los resultados no nos gustaban, los padres de familia hacíamos las aportaciones que en las escuelas nos pedían. La molestia principal era que no veíamos las mejoras.

Por ello, sí hay que aplaudir a los partidos políticos que hayan incluido en la Ley General de Educación los cambios por los que ahora se establece que: "La educación que el Estado imparta será gratuita. Las donaciones o cuotas voluntarias destinadas a dicha educación en ningún caso se entenderán como contraprestaciones del servicio educativo. Las autoridades educativas en el ámbito de su competencia, establecerán los mecanismos para la regulación, destino, aplicación, transparencia y vigilancia de las donaciones o cuotas voluntarias. Se prohíbe el pago de cualquier contraprestación que impida o condicione la prestación del servicio educativo a los educandos. En ningún caso se podrá condicionar la inscripción, el acceso a la escuela, la aplicación de evaluaciones o exámenes, la entrega de documentación a los educandos o afectar en cualquier sentido la igualdad en el trato a los alumnos, al pago de contraprestación alguna." (Artículo 6o., Ley General de Educación)


Lo que me parece un error es lo que el PVEM está presentando en su campaña televisiva, una escena de enfrentamiento entre una madre de familia y un maestro o director. Creo que es una forma muy irresponsable de manejar este asunto tan delicado. Los esfuerzos de los partidos políticos y las autoridades deberían enfocarse a promover un cambio de paradigma en relación a las cuotas voluntarias de los padres de familia en las escuelas. Hay que decirlo con mucha claridad, las cuotas voluntarias en las escuelas no pueden desaparecer, y esto por una simple razón: aunque la gratuidad de la educación sea constitucional, los impuestos que pagamos no son suficientes para que nuestros hijos reciban educación en las condiciones que ellos se merecen. Miren, vamos a suponer que en estos momentos contamos con funcionarios públicos que actúan con responsabilidad y honestidad, vamos también a suponer que los que se encuentran en los puestos más importantes de las secretarías de educación federal y estatales son muy capaces y comprometidos, y que por ello se cuenta con un sistema educativo ordenado que ofrece las mejores condiciones para alcanzar la meta tan anhelada de contar con una educación de calidad en las escuelas públicas. De todos modos la calidad en la educación no se puede alcanzar si los padres de familia no cooperamos, porque no hay dinero que alcance para resolver todas las situaciones que se presentan para la operación adecuada en un centro educativo.

Pensemos mejor en las formas que permitan una aplicación eficiente de los recursos. Como por ejemplo el esquema que se quiere implementar en los planteles de la DGETI: El director del plantel debe elaborar un proyecto de inversión para las mejoras y la atención de las necesidades operativas del plantel, con base en un diagnóstico de la situación actual y de un plan de mejora que diga a dónde queremos llegar. Ese plan de inversión se presenta en reunión con los padres de familia para acordar la cuotas que cada padre de familia aportaría. Al final del ciclo escolar el director debe presentar un informe de resultados, para que los padres de familia puedan conocer los avances y las mejoras alcanzadas.

El papel de las autoridades en este asunto está muy bien definido en el artículo 6o de la Ley General de Educación ya mencionado. El asunto de las cuotas voluntarias no es cuestión de coerción, sino más bien de confianza, transparencia y rendición de cuentas. El director del plantel deberá hacer labor de convencimiento, los padres de familia debemos hacer conciencia de las necesidades de las escuelas, y entre todos debemos propiciar un ambiente de colaboración y de trabajo en equipo.

Nuestro hijos se lo merecen.

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